Un espacio donde respirar sin juicio
Acompañamiento terapéutico para mujeres, parejas y personas en proceso de transformación.
Donde puedes estar contigo sin tener que demostrar nada
No acompaño para que te entiendas, sino para que te sientas. No vengo a corregir lo que traes. Estoy para que tengas un lugar donde ser con lo que hay, sin tener que disimularlo.
Trabajo desde la presencia emocional y corporal, con especial sensibilidad para mujeres en procesos de separación, duelo, baja autoestima o tránsito vital.
A veces, la sanación no llega con palabras. Llega cuando alguien se queda contigo en medio del silencio.
No espero que llegues con claridad. No hace falta tenerlo claro. A veces, lo único que necesitamos es saber que no estamos solas con lo que sentimos.
Aquí no se pide que lo entiendas todo. Solo que te escuches.
No estás rota. Estás en proceso. Y eso, ya es sagrado.
Cómo acompaño
Ofrezco terapia Gestalt en Girona y masaje ayurvédico emocional, desde un estilo tierno, firme y sin juicios. Escucho con los oídos, con la piel, con la intuición. Me dejo tocar por lo que ocurre.
Mi acompañamiento es suave pero profundo. Respeta tu ritmo. Acompaña sin empujar. Trabajo con:
No interpreto. No aconsejo. Sostengo. Y respiro contigo.
En cada proceso me abro a escuchar, sin necesidad de intervenir. Como si algo más grande guiara también mi estar. Porque hay decisiones que no nacen de la mente, sino de ese fondo donde emoción y verdad se abrazan.
He aprendido que las decisiones importantes se maduran desde la emoción y el vientre, no desde la mente. Y acompaño con ese mismo respeto: sin urgencias, sin imposiciones.
Hay momentos en los que sé que debo quedarme al margen. Y otros, donde mi energía se mueve con determinación, clara y directa. Acompañar también es reconocer el momento justo de entrar o de esperar.
Mi estilo es simple, íntimo y cuidadoso. No busco acelerar nada. Solo estar con lo que hay.
Desde ahí… algo siempre se mueve.
Desde donde vengo
Fui muchas cosas: historiadora del arte, administrativa, madre, masajista. Pero sobre todo, fui una mujer que calló demasiado.
Pasé años creyendo que no tenía derecho a sentirme mal. Que debía seguir. Que lo mío no era tan importante. Hasta que el cuerpo dijo basta.
La terapia me devolvió la voz interna. Aprendí a no exigirme tanto. A nombrar sin culpas. A abrazarme en lo que dolía.
Me formé en muchas disciplinas, pero lo que me transformó no fueron los títulos. Fue el momento en que entendí que todo lo que he vivido tenía sentido si podía acompañar a otras desde ahí
He aprendido a mirar desde lejos, con una perspectiva que no empuja. Como si algo en mí necesitara madurar en silencio antes de ofrecerse. Y cuando lo hace, es porque hay verdad.

Acompaño desde un lugar que ha sido herida y hogar. Desde una mirada que no juzga, pero lo ve todo.
Qué te ofrezco
Ofrezco un espacio seguro y respetuoso, sin exigencias ni roles. Un lugar donde puedas abrirte a tu tiempo, sin tener que estar bien, sin tener que explicarlo todo.
Un espacio donde la emoción, el cuerpo y la respiración puedan recuperar su lugar. Lo que ofrezco es una presencia real, paciente, encarnada.
Mi energía es cálida, envolvente, pero necesita espacio para florecer. A veces brota con decisión, otras se recoge a esperar. No estoy aquí para decirte qué camino tomar, sino para que recuerdes que puedes caminarlo.
Trabajo mejor cuando puedo escuchar la vibración de tu sí o de tu no, cuando dejamos que el cuerpo diga su palabra antes que la mente. Desde ahí, el proceso se vuelve vivo y verdadero.
Puedo acompañarte si necesitas:
Trabajo presencial en Caldes de Malavella (Girona) y también acompaño online.
Herramientas que me habitan
No trabajo desde un protocolo. Trabajo desde lo que me atraviesa y me transforma. Desde lo que he vivido, sentido y sostenido en mí. Cada herramienta que utilizo no es solo algo que aprendí: es algo que me enseñó a estar en el mundo con más verdad.
Trabajo con la certeza de que no hay un solo camino para sanar, y con la humildad de saber que todo lo esencial nace cuando hay presencia real.
Entre lo sutil y lo cierto
Me reconozco en los gestos que no hacen ruido.
En lo que cambia cuando nadie lo nombra.
En la piel que empieza a confiar.
En esa lágrima que no se cae por tristeza, sino por alivio.
Me conmueve la vida cuando se muestra sin querer explicarse.
Cuando una mujer vuelve a respirar en su cuerpo.
Cuando alguien siente que puede estar donde antes solo sobrevivía.
No me mueve la corrección ni la meta.
Me mueve la escucha sin urgencia.
El silencio que acompaña.
La mirada que no invade.
La certeza de que todo florece cuando encuentra un suelo seguro.
Creo en la ternura que no exige.
En la intuición que brota desde lo vivido.
En ese saber que no viene de libros, sino de haber caminado por dentro de la herida.
Soy de las que perciben lo invisible.
De las que intuyen cuándo no hace falta decir nada más.
De las que prefieren la profundidad a la explicación.
Y de las que saben esperar el momento justo para tocar.
Si estás buscando…
… quizá podamos encontrarnos.
«Lo que sientes está bien. Puedes estar como estás.»
Y si sientes que algo de todo esto te toca… quizá podamos encontrarnos.
Estoy aquí. Sin exigencias. Solo presencia.
También puedes visitar el proyecto que comparto junto a Sergi, donde acompañamos procesos de pareja desde una mirada sensible, profunda y relacional:
¿Quieres ponerte en contacto conmigo?
A veces no hace falta tenerlo todo claro.
A veces, solo necesitamos saber que hay alguien al otro lado.
Si algo de lo que has leído resuena contigo, puedes escribirme sin compromiso.
Estoy aquí para leerte y, si lo deseas, acompañarte.
Puedes escribirme por WhatsApp, Telegram o correo electrónico:
34 686 26 23 25 (Whatsapp o Telegram)
esther@alquimiadelcontacto.com
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